Mi lactancia, Tu lactancia, Nuestra lactancia
- Pam
- 3 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Hace 32 años la lactancia llegó a mi vida precisamente un sábado 2 de abril de 1988. Fue el día en que nací y mi madre decidió que iba a alimentarme con leche materna y así lo hizo durante 3 años. Lo que más se me quedó grabado de nuestra lactancia fue que cuando yo le pedía lechita ella me decía ¿Quieres de chocolate o blanquita? Y yo siempre creí que cada seno tenía diferente lechita jajaja, con esa gran inocencia que tienen los niños.
Después de 24 años regresé a encontrarme con la lactancia. Un día de septiembre de 2015 comenzamos a escribir una nueva historia mi hijo y yo. Tuvimos apego inmediato por lo tanto en cuanto salió de mis entrañas estando en la sala de parto él se prendió de mi pecho con ayuda de mi Doula Gabriela Uribe. Recuerdo que el primer día fue difícil porque mi bebé estaba agitado después de un parto muy largo, por lo que se quedaba dormido y nos se enganchaba. Durante la madrugada logramos que tomara esa gotas de oro que se llaman calostro. Les voy a ser sincera, ahí inició un momento muy difícil porque mis pezones estaban muy agrietados, llenos de costras, sangre y ardor. Fuimos a un sin fin de asesorías de lactancia pero no mejoraba.
Ya llevábamos dos meses así hasta que en una sesión mi asesora Graciela Hess me propuso ir con su colega la Dra. Mariana Colmenares y así fue. Llegamos a la cita con esa luz que nos ha cuidado. Durante esa cita nos informó que mi hijo tenía el frenillo corto y que por eso no teníamos un buen agarre, que lo que necesitaba era cortarlo. Le cortó el frenillo y a partir de esa semana estuvimos como nuevos con una lactancia exitosa, la cual duró 2 años y medio a libre demanda.
3 años después, un día de octubre de 2018 mi segundo hijo y yo comenzamos a crear una nueva historia de lactancia. Nuestra historia comenzó estando dentro del agua, es ahí donde dimos inicio a nuestra lactancia. Yo ya tenía unos cuantos años de experiencia así que no fue complicado tener una lactancia exitosa a libre demanda pero nuestro reto comenzó en el momento que presentó síntomas de alergia a la proteína de la leche de la vaca. La Dra. Mariana me pidió que dejara todo lo que contuviera la proteína. Comenzamos dieta y a los dos meses mi hijo dejó de respirar. Su diagnóstico fue alergia a la proteína de la leche de la vaca y soya, por lo que empezamos la dieta del amor en casa.
Fue algo muy abrumador porque era dejar de comer miles de alimentos para que mi bebé mejorará, pero se logró, y así llevamos 1 año 10 meses haciendo nuestra dieta del amor y aprendiendo a preparar alimentos sin lácteos. Digo nuestra porque toda la familia en casa nos acompañó en este camino difícil.
Durante mis dos lactancias he tenido siempre el apoyo y cobijo de mi esposo Alan García. Que siempre me dio esas palabras de aliento para poder lograrlas en los momentos más difíciles y de flaqueza.
Me atrevo a contar nuestras historias de lactancia para que nos demos cuenta de que hay de todo tipo de lactancias, que muchas son exitosas desde el día 1 y que muchas pueden tener retos para lograrlas pero que aún así podemos sacarla adelante. No renuncien a su lactancia por mitos o situaciones difíciles, infórmense y luchen por ella o ayuden a alguna mamá a lograrla.
Lic. y mamá Pamela Sánchez Acosta.

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